jueves, 21 de enero de 2010

La Virgen María


Dios quiso que la mujer estuviese presente en la Redención de un modo paralelo a como lo estuvo en el pecado. Para ello quiso asociar a María Santísima a la Redención de Cristo.Santa María no fue un instrumento pasivo en las manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Como dice San lreneo, obedeciendo se convirtió en- causa de salvación para sí misma y para todo el género humano». Por ello, no pocos Padres antiguos afirman gustosamente con él, en su predicación, que -el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María-, que lo atado por Eva con su incredulidad, fue desatado por la Virgen María mediante su fe»; y comparándola con Eva llaman a María -Madre de los vivientes., afirmando aún con mayor frecuencia que: la muerte vino por Eva, la vida por María- (cfr. LG, 56).La vida de María fue un sí total a la voluntad de Dios, unida a la Redención de su Divino Hijo. Por eso Dios le hizo poseer todos los bienes de la Redención. María es la mujer bienaventurada porque es la perfecta redimida.La Santísima Virgen, por su unión física y espiritual con Jesucristo, ocupa un lugar excepcional en toda la obra de la Redención.Todos los méritos que se aplican a los demás mortales, una vez realizada la Redención, a la Virgen se le aplican en previsión de ella y, además, de un modo eminente, único.

No hay comentarios:

Publicar un comentario